Sepúlveda pertenece a la comarca de la Villa y Tierra de Sepúlveda, de la que es villa cabecera y al partido judicial del mismo nombre del que es cabeza, ubicado en el nordeste de la provincia de Segovia. Está a 55 km de Segovia capital.
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El municipio incluye los siguientes núcleos de población:
Como si de dos alfareros se tratara, los ríos Duratón y Caslilla modelaron, lentamente, un paisaje sobre el que hoy emerge, en un emplazamiento privilegiado, la villa de Sepúlveda.
En la Edad de Hierro,
Sepúlveda surge como un castro céltico de la tribu de los arévacos. Los celtíberos se asentaron allí y los romanos también han dejado huella de su presencia en estas tierras, como los puentes de Talcano y Picazos, restos de una calzada o el cercano yacimiento arqueológico de “Los Mercados” de Duratón, que posiblemente sea la ciudad de Confloenta que cita Ptolomeo en el siglo II d. C. En esta época, los restos encontrados en Duratón en 1791 y 1949 la muestran con una vida amplia, relacionada con el exterior, y un estatuto jurídico de municipio.
De la época visigótica es la Necrópolis excavada en Duratón (pueblo agregado o barrio de Sepúlveda), se encontraron 666 sepulturas con ajuares casi totalmente germánicos. La primera mención histórica de la villa de Sepúlveda aparece en la “Crónica de Alfonso III”, como uno de los lugares que fueron despoblados en las correrías de Alfonso I, aunque quedó una población rural en su entorno.
Su repoblación por Fernán González, en el año 940, representó un audaz avance hacia el sur, más allá del Duero. El Abad de Arlanza, Fray Gonzalo de Arredondo, nos cuenta su leyenda heroica, con la lucha cuerpo a cuerpo entre el conde de Castilla y el alcaide moro Abubad, a quien Fernán González cortó la cabeza, que hoy está esculpida en la fachada de una de las casas blasonadas de la Villa, llamada precisamente “La Casa del Moro”. Almanzor fracasó en su tentativa de ganar la Villa el año 979, pero lo consiguió el 984 o el 986, volviendo a recuperarla definitivamente Sancho García, nieto de Fernán González, en el año 1010.
El Fuero de Sepúlveda
El mismo conde de Castilla, Fernán González, para atraer pobladores que desafiaran la peligrosidad de este lugar de frontera, concedió a la villa de Sepúlveda su Fuero, que sus sucesores fueron confirmando. Su texto más antiguo que nos ha llegado, del año 1076, es el latino de Alfonso VI, su repoblador definitivo.
El Fuero de Sepúlveda encarnaba el Derecho en la Extremadura Castellana, y en torno a él se fue formando un cuerpo legal más extenso, en castellano ya, en tiempos de Fernando IV. El Fuero Extenso, que recogía toda la legislación anterior, fue ratificada por el propio monarca en 1305. Su difusión fue muy importante, siendo concedido a Zaragoza y Teruel y, a partir de Uclés, a muchas poblaciones de la Orden de Santiago. El término delimitado por el Fuero es el de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, que aún existe, y que comprende 39 pueblos y más de 11.000 habitantes.
En el año 1111, en el Campo de la Espina o Candespina, hoy Fresno de Cantespino, Alfonso I de Aragón y el conde Enrique de Portugal vencieron a la mujer del primero, Dª Urraca. El evento fue trascendente para la independencia portuguesa, y como consecuencia del mismo, Sepúlveda estuvo algún tiempo bajo dominio aragonés. En el año 1468 se expulsa de la Villa a los judíos; y en 1472 se reconoce la soberanía de los futuros Reyes Católicos, impidiendo por dos veces y por la fuerza la entrada de Enrique IV en el municipio. Durante la Guerra de la Independencia, el Empecinado realizó incursiones por la zona, teniendo sus cuarteles en las cuevas del Cañón del Duratón.
Los festejos taurinos son emblema de esta localidad, aunque el calendario festivo es mucho más amplio como puedes ver aquí.
Es una tradición de gran belleza que data de los tiempos medievales. La Cofradía del Corpus Christi la celebra los terceros domingos de cada mes en la iglesia de El Salvador.
Tiene lugar el tercer fin de semana del mes de julio. La villa de Sepúlveda revive el ambiente del mercado medieval y llena sus calles de artesanos, magia, fuego, historia, teatro y animación. De esta forma se conmemora el Fuero otorgado a la Villa por el conde Fernán González. Destacar también “La música de las antorchas” a las doce de la noche del sábado.
Desde el Domingo de Ramos, con la Procesión de la Borriquilla, se suceden los actos litúrgicos. Antes de la Procesión del Jueves Santo, tiene lugar en el Santuario de la Virgen de la Peña la Cena del Señor y Lavatorio y, a la vuelta de la procesión, la Hora Santa. El Vía Crucis se inicia en la iglesia de los Santos Justo y Pastor el viernes por la mañana.
Por la noche, se celebra la Procesión del Silencio. El Domingo de Resurrección, la plaza de España es el lugar donde se produce el Encuentro entre Cristo Resucitado y la Virgen, preámbulo de la Procesión de El Encuentro.
“Siete Llaves”
Desde el año 2012, durante el mes de junio, el Teatro Bretón es el escenario del Certamen de Teatro Aficionado “Siete Llaves” de Sepúlveda. Siete (como las siete llaves de las siete puertas de Sepúlveda) son las representaciones que se realizan en este certamen.
Fiesta entrañable que se celebra en uno de los barrios de Sepúlveda el 5 de agosto con los niños como protagonistas. Tras la procesión y la misa tienen lugar juegos tradicionales para niños y mayores, animados con música y reparto de bollos y limonada cortesía de los vecinos.
Su fiesta se celebra la noche del 15 de agosto, donde todo el pueblo se reúne en el barrio de San Esteban, frente a la imagen de la Virgen, para cantar la salve en su honor. A continuación, los vecinos sirven limonada y pastas y la música ameniza la noche.
El 23 de agosto por la noche tiene lugar una de las celebraciones más importantes de la localidad, la víspera del día de San Bartolomé, se conmemora la victoria del Santo sobre el Diablo. A las 22:00 h los “diablillos” salen de entre las llamas y corretean tras el gentío.
Declaradas Patrimonio Inmaterial Cultural de Sepúlveda desde el año 2011, se celebran cada año el último fin de semana de agosto. Son como las fiestas de San Fermín de Castilla y León y tienen gran raigambre en la zona. Los mozos de la Villa se agrupan en peñas, localizadas en las típicas cuevas que tanto abundan en la localidad. Los momentos más destacados son el recorrido de peñas, los encierros por la mañana, los vermús amenizados por charangas y los festejos taurinos vespertinos. Durante las Fiestas de los Toros se celebran, desde 1992, los ya tradicionales y famosos Encierros Infantiles.
Los principales actos en Honor a la Patrona de Sepúlveda y su Comunidad de Villa y Tierra se celebran el 29 de septiembre. Los Remates, las Comisarias y el Novenario son algunos de los actos que tienen lugar desde el 19 de septiembre hasta el 1 de octubre.
A mediados de noviembre se pueden degustar en numerosos bares y restaurantes de la Villa las originales y suculentas tapas micológicas que cada establecimiento elabora en exclusividad.