Villacorta

Este uno de los pueblos rojos de la sierra de Ayllón, junto con Madriguera, y actualmente es pedanía de Riaza. Se encuentra en las faldas de la Sierra de Ayllón.

Destaca por el color de sus casas, de color rojo vivo, que están hechas siguiendo una larga tradición y utilizando los elementos que se encuentran en las tierras colindantes, tierras y piedras rojizas, y tejados segovianos de tejas de arcilla.

Es de suponer que siempre se haya tratado de una localidad ganadera y agrícola, pues sus tierras son más apropiadas para el cultivo del cereal que la de otros municipios cercanos como Martín Muñoz o Madriguera, al estar estos más próximos a la sierra.  En el pasado fue ayuntamiento propio, junto a Alquité y Martín Muñoz, y pertenecía a la Comunidad de Villa y Tierra de Ayllón.

 

Al norte y de oeste a este están Valvieja, Francos y Estebanvela a 20,3 km 17,5 km y 15 km respectivamente

Santibañez de Ayllón está al este a 9,6 km pasando por Madriguera a 3,4 km y El Negredo a 6,1 km

Al sureste, El Muyo y Serracín a 7 km y 4,9 km

Becerril al sur a 6,2 km

Al suroeste está Alquité a 4,6 km y Riaza a 12,5 km junto a la N-110

Al oeste Gomeznarro en la 17,4 km en la N-110 y Cinco Villas a 20,6 km

Aldealázaro a 7,2 km al noroeste.

 

Fiestas y Tradiciones

San Roque. (16 de agosto)

Misa y procesión que finaliza con la tradición de rematar los palos de la imagen del Santo, bailes tradicionales con dulzainas y juegos populares, como la “San Roque Running”, una carrera popular. Además, se ha recuperado en los últimos años una de sus costumbres más tradicionales llamada ‘la enramada’.

Según esta tradición los chicos jóvenes del pueblo enramaban las ventanas de las chicas, la puerta de la Iglesia y la plaza. A la mañana siguiente las rondaban al son de las dulzainas. Actualmente se prepara una escenificación y bailan jotas vestidos con los trajes regionales. ‘La enramada’ como tal tiene lugar de madrugada y la mañana del domingo se ‘ronda a las mozas’.

Santa Catalina. (29 de abril)

Patrona de la iglesia. La celebración da comienzo con una misa en honor a Santa Catalina, tras la que tiene lugar una comida popular a base de judiones. Se ofrece también chocolate caliente y se organiza algún teatro o espectáculo para los asistentes.