Ceguilla es una de esas pequeñas joyas escondidas entre los pliegues de la Sierra de Guadarrama. Localidad perteneciente al municipio de Aldealengua de Pedraza, se sitúa en el curso alto del río Cega, y cuenta con menos de 50 habitantes. A pesar de su tamaño, es la sede administrativa del municipio y un lugar de referencia en la comarca por su valioso patrimonio románico.
Ubicada en una de las rutas de trashumancia más importantes de la Meseta, la Cañada Real Soriana Occidental, Ceguilla mantiene viva su historia ganadera y comunal, rodeada de robledales, fresnedas y caminos centenarios.
El corazón patrimonial de Ceguilla es su impresionante Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, conocida como la “Catedral de la Sierra” por su majestuosidad. Se trata de un templo románico del siglo XII, con tres naves separadas por columnas decoradas, una cabecera monumental y una rica iconografía de bolas, arquivoltas y capiteles que remiten a la escuela escultórica de Pedraza. Destaca también su pila bautismal con cabezas talladas y un curioso retablo barroco integrado en el conjunto.
A su alrededor, las construcciones tradicionales conservan el carácter serrano: tejados de teja árabe, mampostería de piedra, y estructuras adaptadas al clima de montaña.
El entorno de Ceguilla invita al paseo tranquilo. La sierra de Guadarrama se alza al sur, mientras que al norte y oeste se abren valles salpicados de prados, arroyos y bosques. Desde aquí se pueden emprender rutas hacia otros núcleos del municipio, como Martincano, Galíndez o Cotanillo, o seguir los pasos del ganado por la antigua cañada real, que atraviesa el término.
El calendario festivo gira en torno a dos celebraciones:
La Cruz de Mayo, cada 3 de mayo, donde los vecinos adornan la cruz y celebran con actos religiosos y comidas tradicionales.
Nuestra Señora de la Asunción, el 15 de agosto, en una festividad compartida con otras localidades del municipio, que se convierte en punto de encuentro para los que regresan por unos días a su pueblo.
Ceguilla mantiene viva su identidad a través de la memoria rural, el cuidado de su patrimonio y la conexión con su entorno. Es un destino ideal para quienes buscan una escapada de autenticidad, historia y naturaleza, en el corazón más tranquilo de la provincia de Segovia.