Es una construcción gótica de tres naves divididas en cuatro tramos por medio de arcos fajones y cubiertas por bóveda de crucería cuatripartita, soportada por pilares. Su estructura se corresponde con el tipo de arquitectura gótica castellana de la época.
La portada del templo sobre el muro norte del crucero es, junto con el claustro del convento, nombrada como Monumento Nacional. Destacan dentro del templo diversos elementos pictóricos y arquitectónicos como la pintura gótica de San Cristóbal, diversas pinturas mudéjares y arcos del gótico mudéjar, además de la multitud de frisos con inscripciones pictóricas perfectamente detalladas.
Destacan también sus retablos barrocos con tallas de los Siglos XVI, XVII y XVII, de la más pura imaginería castellana y entre ellos, un San Jerónimo que se atribuye a Berrugete. Este templo además de ser un sitio de culto para la reina fundadora
Catalina de Lancaster, sirvió de mausoleo provisional de los restos de una de las reinas más importantes que ha tenido España, doña Blanca de Navarra, fallecida en esta Villa el 1 de abril de 1441.