Navafría
Es el último martinete de Europa que bate el cobre a mano. Es un invento hidráulico de época medieval declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 1998 por la Junta de Castilla y León. Su aparición data de 1700 y cuyas instalaciones cuentan con más de un siglo de antigüedad. Agua, fuego y aire rinden homenaje a esta técnica cuyo uso empezó a generalizarse hace 3500 años en Caldea y Egipto. En la actualidad se puede visitar y conocer como actúa su fundición con su rueda y su enorme martillo. En el conjunto del museo se pueden distinguir varias áreas: el área de acceso taller, que se utilizaba para la preparación de carbón vegetal de pino y como lugar de acopio del material usado en el Martinete. El área del edificio que alberga toda la instalación y maquinaria. El agua se toma directamente del Cega, de una zona en la que se forma una balsa natural y que es conducida a través del canal o caz, hasta un depósito de agua situado a nivel del alero del tejado del edificio. Unos tapones permiten, mediante un sistema de palancas desde el interior del taller, regular el caudal del agua, que indicará sobre una rueda hidráulica situada bajo el depósito y transformará la fuerza del agua en movimiento. En el centro de la rueda se engarza el eje labrado en un tronco de pino, que gira con el movimiento de la rueda y transmite al mazo la fuerza necesaria para que se eleve y golpee. El martillo consta de un mango o brazo de madera de pino, labrado en su extremo posterior en forma de plano oblicuo para recibir firmemente los impactos, y un anillo o collar metálico que sirve de punto de apoyo del martillo al suelo. En el extremo se inserta la cabeza del martillo pilón con el que se golpea el cobre sobre un yunque, encajado en la roca viva. Con este martillo se va batiendo el lingote de cobre fundido, hasta darle grosor, forma y medidas adecuadas a cada pieza. El taller es una construcción de mampostería de planta rectangular, cubierta a tres aguas. Tiene una puerta de acceso y un pequeño vano y lucernario, que iluminan escasamente la estancia. Se han venido elaborando calderas de cobre, braseros y calientacamas.