Navas de Riofrío
Su nivel de dificultad es bajo con una duración de 1 hora y media, y una longitud de 2,8 km. Se pude hacer en familia. No está adaptada para personas con movilidad reducida. Se inicia desde la ermita de San Antolín, junto a ella pasa la Cacera del Navero, seguimos y encontramos las pistas deportivas y seguimos hacia la derecha para recorrer las calles y encontramos los antiguos lavaderos, que se descubrieron durante la recuperación de las caceras y donde la gente mayor del pueblo acudía a lavar la ropa sobre el lecho de piedra o losa, aquí se pueden observar el sapo común, rana verde o lagarto ocelado. Tras pasar la puerta giratoria, entramos en la Nava de Arriba que es un terreno llano y húmedo utilizado para pasto del ganado, aquí encontramos encinas, zarzamoras y majuelos.
Seguimos y encontramos un partidor, el de Santa Ana que reparte el agua a dos caceras (la del Chorrillo y la del Navero) y aquí podemos observar la ranita de San Antonio, el sapo corredor y la libélula. Continuándo hallamos un segundo partidor, el de la Nava o Chorrillo, donde llegan las caceras. El agua desde aquí se divide a las caceras del cementerio, de la Mata y del Navero, aquí podemos ver el sapo partero y el sapo de espuelas. Salimos tras una puerta giratoria, cruzamos la carretera, transitamos junto al colegio y atravesamos la Nava de Abajo, donde podemos ver fresnos y cigüeñas. Salimos de la Nava, continuamos hasta llegar a la calle La Losa, donde encontramos el último partidor de la ruta (partidor de la calle La Losa) y donde la cacera del Chorrillo parte su agua para los ramales del Navero y el Barrial, aquí podemos ver la abubilla. Y para finalizar, regresamos a la ermita de San Antolín siguiendo la carretera.