Turégano
La cumbre del Peñalara, con 2.428 metros, es el punto más alto de la provincia de Segovia y es visible desde muchos kilómetros de distancia. Se encuentra en el límite provincial, igual que el puerto de Navacerrada, que es el más alto de la sierra de Guadarrama. Un buen lugar para empezar una ruta llena de atractivos naturales, culturales y gastronómicos. Moteros y ciclistas tienen muy bien medida cada curva. Felipe V eligió para su palacio serrano un paraje cercano donde había una ermita a san Ildefonso. Y allí está el Real Sitio, un inmenso palacio síntesis del barroco español y el neoclásico francés que probablemente sea la obra más grandiosa del siglo XVIII y es descrito como el triunfo del estilo europeo sobre lo celtibérico y lo morisco. Espléndido es el palacio pero más aún las fuentes y sobre todo los jardines, que se acaban diluyendo hasta convertirse en bosque. Ese conjunto, que se desliza desde la cima del Peñalara, es uno de los más atractivos que se puedan imaginar. Seguimos nuestro tranquilo recorrido y pasamos por lugares como Torrecaballeros, con una iglesia románica y donde abundan los asadores especializados en lechazos y cochinillos. El camino sigue por Brieva, refugio de artistas y artesanos, y Torreiglesias, donde las calles todavía huelen a pan recién hecho. Luego se llega a Turégano, que ofrece una de las imágenes más reconocidas de toda la provincia, con su ancha plaza Mayor rodeada de soportales y el imponente castillo en lo alto. Por los alrededores de Turégano se puede vagar tranquilamente en busca de aldeas poco conocidas en medio de parajes solitarios. Los árboles de ribera señalan los ríos y arroyos. Si buscamos pueblos pequeños, se pasa por Muñoveros, Valdevacas y Guijar, El Cubillo, Caballar o La Cuesta. Aquí la carretera no se mide por kilómetros. En cada plaza dan ganas de parar el coche y pasear en la soledad de los campos castellanos, ese campo de valles apartados, encinares y rapaces que recorren el ancho cielo. Pero, sobre todo, hay que ir a Sotosalbos. Aquí está la iglesia de San Miguel, del siglo XI o XII, la primera muestra del románico verdaderamente segoviano, un verdadero tesoro. Lo más destacado es una bellísima galería con cuatro arcos de medio punto y tres arcos apuntados y donde hay algunos capiteles realmente admirables. Entre los arcos se ve la sierra..
LA RUTA: Una ruta vertiginosa desde el puerto de Navacerrada hasta Turégano. Sotosalbos y Torrecaballeros se acoplan al encanto de pueblos como Muñoveros, Brieva o Torreiglesias.
+INFO: En la bajada desde el puerto de Navacerrada hay que disfrutar de los pinares de Valsaín en lugares como La Boca del Asno, cerca de las Siete Revueltas.