Pequeña villa de la provincia de Segovia.
Además de patrimonio religioso destacar las ruinas de dos molinos harineros, uno de los cuales situado en lo que se conoce como Camino del Molino dela Hoz. Unas edificaciones que ya se documentan en el s. XVIII. En aquel entonces, uno de ellos era propiedad de Juan Durango, vecino de Sepúlveda. Hace ya casi tres siglos no le daba ningún uso. El segundo molino era de Juan García, vecino del cercano Cedillo de la Torre. A este propietario el molino le producía quinientos ochenta y cuatro reales.
Estos molinos utilizaban el agua de los arroyos de la Hoz y de la Hocecilla, que atraviesan la zona. Y es que en este término abundan los montes de robles, encinas, enebros, así como algún pino negral, que viven en un terreno más bien pedregoso.
Hoy día es una de las murallas mejor conservada de la provincia de Segovia situada cerca de Carabias cuyo perímetro ronda los 1300 metros.