Se trata de un edificio postmedieval en el que se mezclan varios estilos, que van desde el gótico al neoclásico, pasando por el barroco. Se inició en el año 1698 por la nave del lado norte y se acabó en el año 1807, cuando se remataron las sacristías. La torre se finalizó en el año 1777, y la portada en 1785.
La monumental iglesia de San Andrés, construida en piedra rosada, tiene como elemento más significativo una esbelta torre de cuatro cuerpos. Su planta se distribuye en tres amplias naves, separadas por pilares y que están cubiertas con bóvedas de crucería estrellada. En el interior destaca el retablo mayor, de estilo neoclásico, y que alberga una imagen de San Andrés.
De su patrimonio sacro también cabe mencionar la cajonería de su sacristía, obra de Antonio Guadilla en 1834, y una cruz procesional de plata de finales del siglo XV. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1995.